domingo, 15 de enero de 2017

El culto a la personalidad en la Revolución cubana

Por Pablo Luis González Justo

Tres meses y 29 días después de triunfar la Revolución cubana, más exactamente el 20 de Marzo de 1959, se aprobó por el Consejo de Ministros la ley N° 174, la misma prohibía homenajear a personalidades nacionales no fallecidas a través de monumentos, estatuas y bustos. De esta manera, los dirigentes míticos de esta Revolución demostraban su rechazo a cualquier culto que no emanara de su ejemplo.

El 27 de diciembre del 2016, un mes y dos días después del fallecimiento del líder histórico de la Revolución cubana el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba aprobó una Ley « mediante la cual se prohíbe utilizar el nombre de Fidel para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles y otros lugares públicos, así como también cualquier tipo de condecoración, reconocimiento o título honorifico». La legislación prohíbe igualmente el uso de denominaciones, imágenes o alusiones de cualquier naturaleza referidas a la figura del Comandante en Jefe para su utilización como marca u otro signo distintivo, nombre de dominio o diseños, con fines comerciales o publicitarios.

El presidente Raúl Castro durante el acto político en homenaje póstumo al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, realizado en Santiago de Cuba, el 3 de diciembre, había anunciado el debate de la propuesta legislativa para que prevaleciera la voluntad de Fidel y explicó que « fiel a la ética martiana de que "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz", el líder de la Revolución rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida, insistiendo en que, una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo».

Las cubanas, cubanos y los revolucionarios de todo el mundo conocemos desde siempre del rechazo total y absoluto del líder histórico de la Revolución cubana a cualquier tipo de culto a su personalidad. Sin embargo, los medios de des-información occidentales lo calumniaban y lo calumnian con mentiras o medias mentiras insinuando o acusándolo directamente de culto a la personalidad.

Aunque esos medios no harán nunca su mea culpa, Fidel los desarmó.

*Pablo Luis González Justo, es graduado de Cuadro de comercio internacional en la universidad de las ciencias de la información de Cergy Pontoise, Francia; graduado de ingeniero mecánico aeronáutico de la universidad de la aviación civil de Kiev, Ucrania. Miembro del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos y presidente de la asociación francesa Raíces cubanas.

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